Caminando lentamente hasta llegar

viernes, 6 de agosto de 2010

Reflexión

LA MATÉ PORQUE ERA MÍA

Actualmente está muy de moda que en los entes públicos, periódicos, radios, televisiones etc esté el titular con rotulo grande y en negrilla "la violencia de género".
Parece que solamente en el mundo actual es donde se ha tomado conciencia de lo que conlleva este tipo de violencia, que por desgracia ha existido siempre y seguirá existiendo, por mucho que las instituciones y la prensa intente denunciarlo.
El problema radica en algo muy lejano y profundo que viene desde que ha existido la humanidad, porque hemos sido creados y educados desde nuestros comienzos con la supremacía del del macho y la sumisión de la hembra. (Recordemos la imagen del troglodita cogiendo a su compañera por los pelos y el palo en la otra mano).
Creo a mi humilde entender que por mucho que los entes anteriormente nombrados digan o pataleen vamos a avanzar poco en erradicar dicha violencia, conoceremos más casos, pues hay varias razones: El Bien y El Mal, El Amor y El Egoísmo.
Casi siempre es el macho quien la origina, lo que lleva a la sociedad actual a la conclusión, generalizando, que el hombre es un ser violento que no se resigna a aceptar la evolución de la mujer en todos los terrenos personales, familiares, laborales y sociales etc que en esta se han producido en los últimos tiempos.
Pero nadie se para a pensar en la complejidad de la mente humana, y en la persona como individuo, reconociendo y aceptando que existen buenos y malos. En esta última calificación encuadraríamos al prototipo de hombre que genera la violencia de la que hablamos.
No es cuestión de buscar un por qué, creo claramente que existen personas malas que disfrutan haciendo daño y se ensañan con la que está más próxima a ella, y hay que vivir esa situación para saber que pasa por la mente del violento cuando está produciendo la maldad ,y en el pellejo de la persona que la sufre.
El maltrato físico es el más escandaloso, porque está a la vista de todos, pero detrás está el psicológico que no se ve y es el peor de los dos, porque las heridas cicatrizan pero este último jamás. Se queda dentro produciendo una serie de estados de ánimos que va cambiando la personalidad del que sufre originando unos sentimientos contradictorios que condicionan para siempre debilitando un alma dolorida, hipersensible, temerosa y desconfiada que la imposibilita para poder enfrentarse al problema y buscar solución.
Vamos a dejarnos de rotulitos, de programas de televisión,(que son de entretenimiento para mayor audiencia), de denunciar los casos que van saliendo cada día etc y pongámonos a analizar desde donde, como y cuando se puede comenzar a trabajar, porque todo queda en "aguas de borrajas". Una vez que ha salido la noticia y todo el país se ha compadecido....¿Qué pasa con la víctima y el malhechor? ¿A caso se ha solucionado el problema echando flores a la víctima y estiércol al malhechor?. Silencio.....al día siguiente volvamos a empezar.
Deberíamos reflexionar y cuestionar que es lo que lleva a esta mujer actual que es tan diferente a las generaciones anteriores y que ha evolucionado en todos los terrenos, una mujer independiente hasta en economía, siga permitiendo esa violencia de género igual que la sufrieron sus antepasadas, con el mismo grado de sumisión.
En este punto entra otra de las razones expuestas, el amor, palabra fascinante que sale del alma y llega al corazón, te priva de la libertad y te hace esclavo, no entiende de leyes y vence a la razón, generosidad infinita, jamás reclama nada, todo lo nubla y se apodera cada vez más de la persona que lo siente, mientras el malo que no conoce este sentimiento con mayúscula cual araña tejedora envuelve a su presa poco a poco esperando el momento.
Espectador que con premeditación, alevosía y ojo avizor contempla como su presa, que no su compañera, va anulándose envuelta en su tupida tela y cada vez que intenta escaparse, cual verdugo levanta la guillotina amenazante volviendo a reducirla en la espesura de la red y siguiendo sometida a su tiranía.Poco a poco, así despacito, inyecta el veneno mortal de su maldad, edulcorado algunas veces para convencerse así mismo porque no a la víctima, de que está actuando correctamente e intentando hacerle creer que ese poquito sabor dulce entre tanta hiel es el inmenso cariño que hacia ella siente, proporción desmesurada entre el premio y el castigo.
Y llegados a este punto se rompe toda comunicación entre la pareja tomando posiciones diferentes. Todo lo que habían soñado y creído en un principio de la relación pasan a ser creencias y sueños diferentes.La víctima sigue creyendo en su pareja, es la persona ideal con la que siempre quiso compartir su vida y sigue soñando, incluso justificando de mil formas su castigo y esperando inútilmente que cambie su verdugo. Situación que nunca llega.
El maltratador cree que la pareja es de su propiedad como un objeto sin pensar que es una persona con vida propia que nadie pueda vivirla por ella, que necesita y tiene derecho a su espacio y a su tiempo que él absorbe y se lo roba sin saber por qué, porque no hay ninguna explicación, simplemente porque la considera suya hace con ella lo que le da la real gana.
Entonces cuando ya la tela de araña está terminada y rematada no permite al maltratador ver que hay en el fondo, pierde la razón y como fiera carente de ella la priva de su vida convenciéndose y diciéndose a sí mismo "La maté porque era mía".
Y la víctima a pesar de tener más cultura e independencia sintiéndose impotente para solucionar el problema quizás no le haya importado morir ante la angustia de no haber podido defender el tesoro más grande que tiene el ser humano: Su Dignidad.
Mª Carmen Mayo 2004